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La Escuela Normal Rural "Justo Sierra Méndez" se funda el 13 de abril de 1930 y dos años después empiezan a egresar generación tras generación, los nuevos profesores. Los planes de estudio se fueron modificando con el paso del tiempo a la par con los cambios en las necesidades del país.

Hecelchakán, ha sido escenario de acontecimientos importantes del proceso histórico peninsular, la fundación de esta institución ha sido una de las mejores historias; nacieron en el municipio de Hecelchakán Audomaro Molina, gramático maya; don Juan Francisco Molina, historiador; don Luis Álvarez Barret, formador de la moderna institución mexicana; don Juan Pacheco Torres fundador y encausador de la Escuela Normal Rural "Justo Sierra Méndez", institución que ha esparcido educadores en todo el país y José Ortiz Ávila egresado de este plantel en la primera generación siendo posteriormente relevante personaje de la política y que tuvo un brillante desempeño como gobernador del Estado de Campeche.

Ningún camino de éxitos es sencillo, momentos previos cuando Pacheco Torres inició su gran acción educativa, se enfrentó a sus opositores, los llamados caciques de la región. Su talento extraordinario y su habilidad práctica respondieron de manera sutil a los que incitaban a la violencia, que pudo haber producido pérdida de vidas humanas, pocos días después del conflicto los entrevistó y en pleno sentido de la palabra, los convenció para que cambiaran su actitud de oposición, por todo ello su inteligencia y sus virtudes, es considerado como un gran pedagogo que escribió en sentido material su propio "poema pedagógico" traducido en la Escuela Normal de Hecelchakán.

Durante 1929, como relata el mismo profesor Juan Pacheco Torres en sus notas autobiográficas, se espació la versión de que sería establecida una escuela normal en la península yucateca. Fueron propuestas la ciudad de Motul, y hasta se habló del edificio que ocuparía: también Calkiní, incluso Izamal, pero fueron consultados para decidirlo el mismo profesor Juan Pacheco Torres, el profesor Claudio Cortés Castro que era director de Educación en el Estado de Campeche, y el profesor Luiz Álvarez Barret, hombre sabio siempre; los tres opinaron a favor de Hecelchakán, explicando que geográficamente tenía una situación casi central en la península, casi equidistante de Quintana Roo y Tabasco, cercana de Yucatán y contaba con la comunicación de Ferrocarriles Unidos de Yucatán entre Mérida y Campeche.

Ahora bien, la escuela estaba programada para ubicarse en el convento franciscano que es anexo a la iglesia, pero que estando a principio de 1930 en condiciones inhabitables, con varias piezas sin techos, invadido por la vegetación, y ente las prisas manifiestas por las autoridades educativas de la Ciudad de México mediante un telegrama pedían se les informara del proceso de avance, avisándose la inauguración sería el 13 de abril y así, al comenzar el anochecer, con la presencia de las autoridades educativas estatales y la autoridad política local, en el edificio de la Escuela Primaria Juan Francisco Molina, siendo presidente de la República don Pascual Ortiz Rubio; titular de la SEP el Lic. Aarón Sáenz; Gobernador del Estado don Ramiro Bojórquez Castillo; director de educación en el estado el Prof. Claudio Cortés Castro; inspector de zona, el Prof. Septimio Pérez Palacios; y el presidente municipal don Juan Barbosa Barahona, el Prof. Juan Pacheco Torres en una sencilla pero emotiva ceremonia declaró inaugurada.

El convento, había 2 piezas del ex convento, totalmente en ruinas, sin techos ni pisos, con las paredes deterioradas, que daban a la plaza principal. Atrás había otras en iguales condiciones El director Pacheco Torres se trazó la idea de restaurar primero las delanteras, pero agregando al frente un teatro al aire libre, no obstante el reto del presupuesto se supo inculcar una mística para el trabajo que sirvió de fuerza impulsora hasta que se logró inaugurar esas dos piezas y el teatro al aire libre fruto de como mencionaron: "algo hecho con nuestras manos" entre el elemento humano del pueblo y la escuela.

Campo agrícola "La Colonia" muy seguida de su fundación, unos dos meses después, los vecinos de X-caltzó donaron la parte que queda en el Camino Real y la Vía del Tren, en la que se construyó una rústica casa de guano, cuyos terrenos sirvieron para aumentar los cultivos que ya se hacían en los patios del exconvento, aún, después cuando la escuela fue dueña del otro tramo entre el Camino Real y la serranía se le llamó del mismo modo. En las memorias se lee "Luego vino otra tarea, tal vez más grande y edificante. El Sr. Rafael Barreta Ortiz, distinguido vecino de Hecelchakán, donó a la escuela todo el terreno que está entre el Camino Real y la serranía donde se edificó posteriormente la mayor parte del edificio de la escuela.

La Zeta Roja, donde originalmente estuvo la conejera, el primer gallinero y la primera porqueriza, eran tres piezas abandonadas, sin pisos, sin techos y con las paredes carcomidas, en la parte de atrás del ex convento, fueron las generaciones 4o y 5o quienes emprendieron la reparación derribando un muro que las separaba y se dieron cuenta que adquiría una forma de Z, quedando una sola pieza espaciosa donde se instaló el nuevo comedor, la nueva panadería y las nueva cocina, fue un mosaico rojo para el piso de lo rehabilitado.

En el edificio nuevo con 69 años de inaugurado, pero construido para alojar a la escuela fue el resultado del prestigio ganado por la institución a base del esfuerzo generoso, sin regateos, de los días hasta el agotamiento, tanto de maestros como de alumnos, constante era la insistencia ante las autoridades de igual forma hasta que un día el Gral. Lázaro Cárdenas realiza una segunda visita a Hecelchakán en giras de trabajo a principios de 1936 después de pasearlo por los vergeles que era el patio del exconvento y la Colonia, el Prof. Juan Pacheco Torres le recordó su promesa. Entonces el primer mandatario le dijo al Gral. Francisco J. Mújica, quien era el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en su gabinete, y gran amigo de la escuela porque había sido Jefe de la Zona Militar de Campeche años antes, que dispusiera lo necesario para la construcción del nuevo edificio. La obra fue dotada de todos los edificios necesarios para todas las funciones de la escuela.

¡Trabajo, triunfo y consolidación! Resumen lo que describiría la etapa de sus orígenes con la consigna diario del trabajo constante, la laboriosidad como medio para conseguir la educación integral. Siendo sus primeros profesores los siguientes: Fernando Enrique Angli Lara, Pedro Gutiérrez, Francisco Gamboa Araujo, Luis Álvarez Barret,, Eduardo Joaquín Blengio Bagundo, Jesús Camacho Arce, Onésimo Cahuich Balán, Santiago Ortega Hernández, Rubén Molina y Rafael Pinto Sosa.

Sea un honor a este fragmento de la historia, nuestros valores afectos y determinación por Educar para Forjar el Futuro de México con el lema de la primera estrofa de nuestro himno normalista: ¡Trabajar es la misión!